El comedor Santa Magdalena de Canossa, nace tras mirar la realidad de personas que se acercan todos los martes a almorzar y retirar sus víveres. Actualmente son 120, quienes vienen de lugares muy alejados y en ocasiones sin haber consumido algún alimento antes de llegar. 

Se organizó un comedor provisorio en el tinglado de la Fundación (Cruz del Defensor esquina José Martí) en donde los asistentes, además de recibir sus víveres, rezan juntos el rosario y pueden compartir fraternalmente el almuerzo preparado con mucho cariño por trabajadoras y voluntarias. Esta obra comenzó como una respuesta a este llamado, sin embargo, se ha extendido para acoger a diversas personas que se acercan en búsqueda de un plato de comida: personas en situación de calle, personas mayores que escucharon del comedor y no tienen como generar su propia comida, etc. Ese es el corazón del comedor “Santa Magdalena de Canossa”, dar vida al Evangelio que se encarna en cada uno de los rostros que asisten cada semana. 

La Divina Providencia provee cada semana de lo necesario para llevar a cabo cada almuerzo: pastas, carne, verduras, jugo; los que son servidos en platos de loza, vasos de vidrio y servidos con cubiertos de metal, ya que “la belleza es la cumbre de la caridad” y dado que cada persona es Cristo, se dispone la máxima belleza y dignidad en cada encuentro.